- A propósito del mes del Orgullo LGBTIQ+ el OVV LGBTIQ+ hizo un conversatorio donde se reflexionó sobre el racismo, clasismo y otros temas relacionados a las discriminaciones históricas que enfrentan estos grupos racializados, que también pueden formar parte de la población LGBTIQ+. A continuación algunas consideraciones para ejercer un activismo interseccional
El activismo interseccional se basa en la comprensión de que las opresiones están interconectadas y no pueden ser examinadas por separado. En Venezuela, este enfoque es crucial para abordar las complejidades del antirracismo y el activismo LGBTIQ+ en distintos contextos.
Desde el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ se realizó el conversatorio al respecto en Raza y diversidad: herramientas para el activismo interseccional con Andrea Paola Hernández, activista antirracista y defensora de los derechos humanos, el 24 de junio.
El antirracismo y el activismo LGBTIQ+ son dos luchas que, aunque distintas, comparten un objetivo común: la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Ambos movimientos buscan desmantelar sistemas de opresión y discriminación, y ambos se benefician de un enfoque interseccional.
Activismo interseccional y prejuicios estructurales: ¿existe el racismo en Venezuela?
Sí, el racismo existe en Venezuela, aunque a menudo puede ser un tema tabú y muy marcado por temas de origen económico, políticos y sociales. Aunque la sociedad venezolana se ha jactado de no ser racista y de convivir en paz con todas las personas, existen prácticas de discriminación hacia determinados grupos étnicos considerados inferiores.
Estas prácticas de discriminación se han aplicado principalmente hacia personas racializadas e indígenas de Venezuela, pero también han sido víctimas otros grupos como los migrantes latinoamericanos y caribeños, judíos, chinos, árabes, entre otros.
En el conversatorio se destacó que históricamente, en algunos sectores de la sociedad, lo blanco ha sido asociado con conceptos como civilización, belleza y riqueza, mientras que lo negro ha sido vinculado a percepciones de primitivismo, falta de belleza y pobreza.
El activismo no escapa a ejercer prácticas racistas. Ante ello, Hernández destacó la importancia de llevar a la reflexión en la sociedad las acciones diarias y poner en práctica la deconstrucción y revisión constante de los prejuicios para poder avanzar hacia una sociedad inclusiva y libre de racismo y poder ejercer un activismo verdaderamente interseccional.
Las consideraciones para ejercer un activismo interseccional
Es fundamental reconocer que las personas pueden ser parte de múltiples comunidades marginadas a la vez y que el activismo interseccional busca visibilizar esas realidades y buscar que el Estado asuma su responsabilidad en generar políticas para que todos vivan sus proyectos de vida con dignidad.
Por ejemplo, una persona puede ser racializada, gay y venezolana. Estas identidades no son mutuamente excluyentes y cada una puede afectar la forma en que la persona experimenta la discriminación. Para luchar contra la discriminación y el racismo, Andrea Hernández recomendó:
- Reconocer y validar a todos los grupos sociales y sus vivencias: esto implica el promover la escucha activa de todos los grupos sociales y sus exigencias para generar empatía y acciones en conjunto que colaboren a erradicar la discriminación y el racismo.
- Promover la solidaridad entre los movimientos sociales: la solidaridad entre los movimientos antirracistas y LGBTIQ+ es crucial. Ambos movimientos están luchando contra formas de opresión y discriminación, y su unión puede fortalecer ambas causas.
- Crear alianzas estratégicas para luchar contra el racismo: Formar alianzas con otros grupos de activistas puede fortalecer el movimiento.
- Reconocer prácticas estructuralmente racistas, machistas, prejuiciosas o excluyentes: ningún grupo escapa a ejercer el racismo o clasismo en distintos espacios, el activismo no escapa a ello. Ante esto, el activismo interseccional invita a llevar a la reflexión todas las acciones en aras de luchar contra todas las formas de discriminación y violencia.
- Educar a las personas para evitar el racismo y la discriminación: Es esencial educar a la sociedad sobre las intersecciones entre raza, sexualidad y nacionalidad, así como las historias de estos grupos vistas desde una mirada decolonial. Esto puede hacerse a través de talleres, seminarios y campañas de concienciación.
- Exhortar al Estado el cumplimiento de su deber en la lucha contra la discriminación: es importante abogar por leyes y políticas que reconozcan y protejan las intersecciones de raza, sexualidad y nacionalidad con base en los derechos humanos y una mirada decolonial.
¿Cómo combatir el racismo desde el activismo LGBTIQ+?
Para combatir el racismo desde el activismo LGBTIQ+ y ejercer un activismo interseccional se deben implementar una serie de estrategias y acciones que abordan la intersección de estas interseccionalidades.
Es fundamental educar a toda la sociedad sobre las experiencias y desafíos únicos que enfrentan las personas que son parte de la comunidad LGBTIQ+ como de otros grupos vulnerables. El fomentar la solidaridad entre los movimientos antirracistas y LGBTIQ+ puede fortalecer ambas causas.
Además, en el activismo interseccional es importante asegurar que las personas de diferentes razas y etnias estén representadas en el activismo LGBTIQ+. Esto puede implicar el reclutamiento activo de activistas de diversas orígenes, así como asegurarse de que las voces de estas personas sean verdaderamente escuchadas y valoradas.
Igualmente se invita a los activistas a abogar por políticas que protejan a las personas de la discriminación tanto por su raza como por su identidad de género o su orientación sexual. Esto puede implicar trabajar para cambiar las leyes y políticas existentes, así como para introducir nuevas protecciones.
A pesar de que Venezuela celebra cada año el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, no se libra de casos de exclusión en distintos espacios basados prejuicios racistas. Es importante destacar que el reconocimiento y la lucha contra el racismo son pasos fundamentales para construir una sociedad más justa e inclusiva.
Para Hernández, el activismo interseccional antirracista en Venezuela, con un enfoque en el activismo LGBTIQ+, es una lucha necesaria y valiente. Señala que a través de la educación, la solidaridad y la defensa de políticas inclusivas, se puede trabajar para construir una sociedad más justa y equitativa.
El OVV LGBTIQ+ pone a la orden los canales de denuncia y servicios de atención psicolegal para atender cualquier hecho de violencia o discriminación hacia la población LGBTIQ+, como su página web (nomasdiscriminacion.org), su correo (denuncia@nomasdiscriminacion.org), WhatsApp y Telegram (0424-2061493 y 0412-5750503) y redes sociales (@OVLGBTIQ en X y @nomasdiscriminacionve en Instagram).