- Cuatro mujeres resultaron afectadas por el incendio pero solo una sobrevivió y se encuentra en estado crítico. El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+ de Argentina denunció que en 2023 ocurrieron 133 crímenes de odio hacia personas LGBTIQ+, una cifra superior a la registrada años anteriores
El pasado 6 de mayo un sujeto lanzó un cóctel molotov en la habitación 14 de un hostal en Barracas, Buenos Aires (Argentina). Luego cerró la puerta. En la habitación vivían dos parejas de mujeres. Aunque ellas trataron de salir, el sujeto se mantuvo en la puerta para impedirlo. Cuando lograron salir de la habitación prendidas fuego, él les pegó y las empujó adentro de vuelta al fuego.
Según los testimonios de otros inquilinos del hostal, los gritos de las mujeres despertaron a las personas a media noche. Al verlas en llamas intentaron apagarlas con un extintor. Como no lo lograron, las llevaron hasta la ducha más cercana. El incendio intencional se extendió por parte del edificio y hubo que evacuar a una treintena de personas hasta que pudieron extinguir el fuego.
Tras el hecho, tres de las cuatro mujeres fallecieron con quemaduras entre el 70 y 90 % de sus cuerpos: solo una sobrevivió y se encuentra en estado crítico. Las víctimas fueron identificadas como Pamela, Roxana, de 52 años de edad, Andrea, de 42 años de edad y Sofía, de 49 años de edad. Para muchos activistas y expertos, se trató de un crimen de odio, sin embargo, voceros del gobierno consideran que es un delito común.
“Fue lesbicidio”, el clamor en Argentina
Pamela murió a pocas horas del incendio, Roxana agonizó durante 48 horas hasta morir, Andrea sobrevivió seis días y Sofía aún continúa con vida, pero en estado crítico. De acuerdo con medios de Argentina el perpetrador fue identificado como Justo Barrientos, de 67 años de edad, quien previo al hecho ya había amenazado en diversas ocasiones a las parejas con insultos denigrantes, e incluso realizó amenazas de muerte.
Una de las últimas amenazas la realizó en diciembre de 2023. Pamela y Roxana ya tenían dos años viviendo juntas, mientras que Andrea y Sofía se mudaron con ellas tiempo después. Barrientos se encuentra detenido por las autoridades de Argentina y está a disposición judicial a pesar de que intentó suicidarse luego del ataque lesbofóbico.
Andrea ya había sobrevivido a la tragedia de Cromañón, como se conoce en Argentina al incendio en una sala de conciertos de Buenos Aires en el que fallecieron 194 personas en 2004. En ese entonces, el Estado también le falló. Desde que se dio a conocer el hecho, se han realizado protestas para exigir justicia.
“Fue lesbicidio. Justicia por las compañeras”, denunciaron durante las protestas en Buenos Aires el 15 de mayo. En la convocatoria participaron más de 200 personas. “Las prendieron fuego por lesbianas. Las prendieron fuego por lesbianas pobres. Las prendieron fuego por lesbianas pobres haciendo comunidad, haciendo refugio”, sentenció una integrante del colectivo Asamblea de Lesbianas de Barracas en la movilización.
Gobierno desestima que sea un crimen de odio
A pesar del clamor popular y el claro contexto de odio de los hechos, Manuel Adorni, portavoz de la Casa Rosada de Argentina, desestimó que se tratara de un crimen de odio y lo minimizó a un delito común, no obstante, es el magistrado Edmundo Rabbione quien se encargará de la investigación para determinar si el agravante del artículo 80 del Código Penal que contempla el odio al género, identidad, expresión u orientación sexual aplica para el caso.
De hecho, Amnistía Internacional Argentina denunció que los delitos cometidos contra personas LGBTIQ+ son delitos tipificados como crímenes de odio. “Están motivados por el odio hacia la orientación sexual de las víctimas, quienes pertenecen a un colectivo estructuralmente violentado y discriminado”, indicó la organización en un comunicado. Además de exigir justicia, pide que se realice una investigación exhaustiva con perspectiva de género que “contemple la identidad de las víctimas y la motivación del ataque”.
Durante las protestas en el país los activistas han exigido que se catalogue el hecho como triple lesbicidio y como un crímen de odio. Este hecho ocurre en Argentina en el marco de un auge de discursos de odio por parte de voceros del gobierno y del propio presidente Javier Milei, como Diana Mondino, diputada de Relaciones Exteriores o el biógrafo y amigo de Milei, Nicolás Márquez.
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Los retrocesos en materia de diversidad de Argentina
Milei continúa su plan para disminuir el Estado y erradicar grandes avances sociales logrados en gobiernos anteriores. De hecho, prohibió el lenguaje inclusivo en la administración pública, disolvió el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), eliminó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad creado por el expresidente Alberto Fernández (2019-2023), y desmanteló las políticas públicas impulsadas desde ese organismo.
“Antes estos espíritus reaccionarios actuaban de manera individual. Eran voces aturdidas, medio apagadas, y no tenían posibilidad de abrirse un cauce, dada también la enorme transformación sufrida por nuestra sociedad cultural, social y jurídicamente. Desde que ese magma ha devenido en poder, hay una autorización para que se desaten las expresiones más brutales de odio expreso contra las personas de la disidencia sexual y contra las feministas”, señaló la socióloga, historiadora e investigadora Dora Barrancos a El Salto.
El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+ de Argentina denunció que en 2023 ocurrieron 133 crímenes de odio hacia personas LGBTIQ+, una cifra superior a la registrada años anteriores. En 2022 se reportaron 129 crímenes de odio y en 2021, 120.
“Lo que está habiendo es una autorización del discurso de odio desde la máxima magistratura, y de su grupo más íntimo de colaboradores y colaboradoras, en esta relación tan articulada que tienen planetariamente las extremas derechas”, añadió Barrancos.
El caso continúa siendo investigado y la sobreviviente se encuentra en contacto con las autoridades para avanzar. Para defensores de derechos humanos, hechos como ese sientan un precedente peligroso que deja en desprotección a las personas LGBTIQ+ en Argentina y en la región.