Marcha LGBTIQ 7 de julio

Personas LGBTIQ+ marcharon una vez más por sus derechos 

Aunque las temperaturas estén más altas, aunque el domingo amaneciera lluvioso, nada detiene a una comunidad que está firme en la defensa de sus derechos. Una comunidad que busca reconocimiento y amparo por parte del Estado venezolano, ese fue el mensaje del 7 de julio, donde más de 30.000 personas tomaron las avenidas de Caracas para decir “Estamos, existimos”. 

Un grupo de jóvenes alzó una enorme tela blanca con la frase: “Estamos, existimos”, para recordarle al Estado y a la sociedad que los intentos por desconocerle y discriminarle no lograrán hacer que esta población desparezca. Las consignas venían desde todos los sectores, el bloque trans, el bloque feminista o el bloque antirracista.

La marcha por el Orgullo LGBTIQ+ se convirtió en un espacio de encuentro para los distintos movimientos que exigen el reconocimiento de sus derechos y la no discriminación, pues en más de 20 años de gestión del gobierno actual este grupo no cuenta con leyes que garanticen derechos como la identidad, el matrimonio igualitario o en muchos casos las ordenanzas que existen sobre la no discriminación por orientación sexual o expresión de género no son garantizadas por las instituciones. 

Los organizadores de la marcha, que fueron alrededor de unas 60 asociaciones civiles de sectores sociales, embajadas, entes gubernamentales y secretarías de movimientos políticos, estiman que hubo una asistencia de 30.000 personas, entre la 1:00 p.m. y las 4:00 p.m. Luego en la etapa de la concentración, en los alrededores de Zona Rental, hubo un tránsito de unas 30.000 personas más, entre las 4:00 p.m. y las 12:00 a.m.

Richelle Briceño, una activista por los derechos de esta población y parte del comité organizador, explicó al Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ (OVV LGBTIQ+), que la actividad que arrancó desde el Parque Miranda hasta Zona Rental se trató de una marcha pacífica y “de completa armonía”.

Los organizadores señalan que solo registraron algunos eventos como cinco emergencias en tarimas por hipoglucemia e hipotensión, 45 lipotimias en el recorrido por golpe de calor, cuatro personas con hipertensión y dos con cefaleas migrañosas. 

Los motivos para salir a las calles todavía son muchos. Por ejemplo, el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ documentó en 2023 al menos 461 casos de violencia hacia esta población, donde resultaron afectadas 394 personas. 

Marcha del Orgullo 7 de julio de 2024 – Foto: Victoria Capriles

Durante la marcha se dieron cita distintas manifestaciones para elevar la voz a favor de los derechos y la dignidad de todas las personas, una de las pancartas de una joven decía “Nada que curar”, con relación a las terapias de conversión que someten a las personas a experiencias traumáticas con la creencia de que la orientación sexual o expresión de género “pueden cambiarse”. 

En la actividad también hubo presencia de aliadxs y de familiares acompañando a los suyos, con consignas como “mamá orgullosa, abuela orgullosa o abrazos de mamá”, todas muestras de apoyo y solidaridad hacia un grupo que constantemente es estigmatizado con discursos de odio.

En la actividad también las organizaciones de la sociedad civil aprovecharon de compartir volantines e información sobre sus iniciativas y servicios, un ejemplo de ello, fue el stand de Noticias Sin Filtro, en alianza con el OVV LGBTIQ+, para dar a conocer una app que permite abrir portales de noticias bloqueados y también para recordar que el acceso a la información es un derecho de todos. 

La aplicación Noticias SinFiltro reúne a 12 de los medios de comunicación más importantes del país y está disponible en PlayStore de Android. Su descarga y uso son gratuitos.

Entre las demandas de esta población está la aprobación del matrimonio igualitario; el cual permitiría a las parejas tener seguros médicos como familiares, adquirir una vivienda legalmente ambas personas, mayor seguridad laboral. Otra petición es la de una ley de identidad para que las personas trans, queer o no binarias, puedan adoptar un nombre legal que se corresponda con su género. Al igual que emplear políticas públicas con enfoque LGBTIQ+ que atienda de forma diferenciada las necesidades de este grupo. 

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