terapias de conversión

¿Por qué es importante erradicar las terapias de conversión?

  • La Organización de las Naciones Unidas estima que las terapias de conversión se practican en al menos 68 países en todo el mundo, incluyendo Venezuela. Para los mecanismos internacionales de la lucha contra la tortura las terapias de conversión pueden equivaler a tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes

Para algunas personas, principalmente de sectores conservadores o antiderechos, el ser trans, homosexual o pertenecer a la población LGBTIQ+ es algo que puede cambiarse. Para ello hacen uso de las terapias de conversión, que buscan “corregir” o “curar” a estas personas para hacerles volver a la heteronormatividad. Suelen ser prácticas que dejan una huella en la vida de las personas, en algunos casos imborrables. Expertos y organismos internacionales invitan a combatir estas prácticas y prescindir de la palabra “terapia”, pues el ser gay o trans es algo que no se puede cambiar ni curar pues es parte de la esencia de algunos seres humanos.

Los Esfuerzos para Corregir o Cambiar la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECCOSIG), también conocidos como terapias de conversión o terapias reparativas son prácticas que buscan cambiar o suprimir la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona. En algunos casos se implementan a través de cursos religiosos y espirituales a través de la violencia física, emocional y sexual. En otros, se realizan “terapias” psiquiátricas o psicológicas que involucran el uso forzado de medicamentos, violencia verbal, amenaza o abuso sexual.

Los ECCOSIG o terapias de conversión violan los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ debido a las características de las prácticas implementadas. Su naturaleza no es ética y es inhumana. Con estas prácticas profesionales de la salud mental, guías espirituales o familiares directos ejercen estas violencia contra niños, niñas o adolescentes o personas adultas por tener una orientación sexual o identidad de género no normativa.

Los mecanismos de las Naciones Unidas de la lucha contra la tortura concluyeron que las terapias de conversión pueden equivaler a tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que estas se practican en al menos 68 países en todo el mundo, pero son “muy frecuentes” en varios países de África, Asia, Latinoamérica y el Caribe; incluyendo Venezuela.

El OVV LGBTIQ+ realizó dos talleres para sensibilizar a estudiantes ucevistas

Por un país sin terapias de conversión

La Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) se pronuncio en contra de la Terapia de conversión en 2022 luego de conocer varios casos de discriminación y promoción de las mismas a través de discursos de figuras públicas. La Federación rechazó categóricamente cualquier hecho discriminatorio, condenó la oferta e invitó a dejar de aplicar las terapias de conversión. 

Para el gremio, estos son procedimientos violatorios de los Derechos Humanos y en consecuencia implican una falta de ética gravísima por parte de profesionales de la salud mental que las empleen. La FVP motivó a la población a realizar denuncias a través de su correo denuncia@fpv.org.ve si se tiene conocimiento de profesionales que realizan estas prácticas.

Estas prácticas implican querer adaptar la realidad de una persona a una realidad subjetiva basada en hechos no científicos o en creencias religiosas o políticas. No hay ningún estudio que compruebe que las terapias de conversión logren modificar la identidad ni la orientación del sujeto, solo generan traumas a largo plazo, destaca la psicóloga del Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ (OVV LGBTIQ+), Andreina Montilla.

Para ella es necesario crear nueva legislación y reformar varias leyes para proteger a las personas de terapias de conversión. Considera que el Estado venezolano debe crear políticas públicas que incluyan la salud mental dentro del sistema de salud público y privado. Indica que las leyes deben cumplir con los estándares internacionales en materia de derechos humanos y seguir las recomendaciones de organismos internacionales sobre la atención a personas LGBTIQ+.

Día Internacional de la Memoria Trans: más de 90 personas trans fueron asesinadas entre 2008 y 2023 en Venezuela

¿Por qué no se le debe llamar terapia de conversión y qué implican?

Distintos sectores del área de la psicología invitan a prescindir de la denominación “terapia de conversión” porque deja ver que ser LGBTIQ+ es algo que se puede curar a través de un proceso terapéutico psicológico o psiquiátrico, pero no es así ya que no existen pruebas concluyentes de que sea un proceso efectivo y saludable para la persona. Se trata de un proceso no ético que es usado por grupos conservadores y el término que debe ser usado es ECCOSIG, esfuerzos o prácticas de conversión.

“Las terapias reparativas representan una distorsión del abordaje psicoterapéutico de la diversidad sexual humana. Desconocen los alcances logrados con los Derechos Humanos y, en especial, con los Derechos Sexuales y Reproductivos. Pueden reflejar la tergiversación del poder médico-psiquiátrico y su inclusión en procesos de domesticación y ocultamiento de la diversidad sexual humana. También son éticamente insostenibles, carecen del soporte científico que demuestre sus indicaciones y la efectividad de su intervención”, indicó el médico psiquiatra colombiano Miguel Jaime Montoya Montoya.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) identificó a través de una serie de testimonios las prácticas implementadas durante los ECCOSIG o terapias de conversión. Estos dejan ver el impacto psicológico y físico que puede sufrir una persona luego de realizar estas prácticas.

La coerción y falta de consentimiento, privación ilegal de la libertad, la violencia verbal y amenazas, el uso forzado de medicamentos, el abuso sexual, las terapias de adversión, electroshocks o exorcismos son las prácticas recurrentes durante las terapias de conversión, que pueden ser realizadas por profesionales de manera irregular, como psicólogos, psiquiatras, líderes religiosos, conservadores o coaches. 

28,7 % de las personas LGBTIQ+ han sufrido de violencia por parte de cuerpos de seguridad del Estado

Los ECCOSIG pueden resultar en disfunción sexual, depresión o ideación suicida

La dinámica de las terapias de conversión implica que las personas sean llevadas a centros (religiosos, de retiro espiritual o de otro tipo, normalmente lejos de zonas urbanas) de manera forzada o a través de la presión o la coerción, en aquellos casos en los que la presión familiar o social es demasiado dominante y se lleva a cabo por medio de engaños. 

Una vez que están internadas, las personas son sometidas a exámenes estrictos como parte del procedimiento para cambiar su orientación sexual, entre los que se incluyen: abuso verbal sistemático, gritos, humillación y amenazas de violación; hacinamiento; aislamiento por largos períodos de tiempo; privación de comida por varios días o consumo forzoso de alimentos insalubres o agua de pozos infestados de animales muertos e insectos. 

De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (AAP), los ECCOSIG o terapias de conversión pueden impactar de manera negativa y resultar en disfunción sexual, depresión e ideas suicidas. Puede generar también un sentimiento de rechazo hacia la propia orientación sexual, al vivirla con culpa y vergüenza, lo que se traduce en miedo a las pérdidas potenciales, así como a sentirse vulnerable al acoso, la discriminación y la violencia.

Debido a su promoción y difusión hace ver a otras personas como “negativo” el ser LGBTIQ+ o que sea algo que se puede curar, por lo que las personas tienden a esconder su orientación sexual o identidad de género. Según Montilla, forzar a que las personas oculten o repriman su orientación sexual, identidad o expresión de género genera aislamiento en las tres esferas más importantes del desarrollo psicosocial: la cognitiva, social y emocional, ya que las personas jóvenes se apartan para protegerse, pero este aislamiento puede escalar a algún síndrome que dañe la psique.

Según el estudio de 2009 Supportive Families, Healthy Children sobre aceptación familiar en adolescentes gays, lesbianas o trans, encontró que los jóvenes que sufrieron rechazo por parte de sus familias y sus tutores o cuidadores son 8.4 veces más vulnerables a la ideación suicida, 5.9 veces más tendientes a reportar depresión.

Comité de DD HH de la ONU: Venezuela debe redoblar esfuerzos para erradicar la discriminación y violencia hacia personas LGBTIQ+

La sensibilización es la clave

Los psicólogos y expertos señalan que los ECOSIG suelen resultar en culpa, ya que generalmente estas prácticas son incapaces de cambiar la orientación sexual, por lo que para algunos es una falla moral y personal. Así, las terapias de conversión pueden imposibilitar que las personas tengan relaciones fructíferas. Mientras más joven sea la persona, mayor será el impacto negativo de estas prácticas.

Para los expertos es importante que se eduque en distintos espacios y se cree conciencia en la sociedad sobre el impacto negativo que trae a la sociedad atentar contra las sexualidades no normativas a través de terapias de conversión. Distintos profesionales del campo de la salud, principalmente de la salud mental, pueden no haber recibido una formación oportuna sobre la diversidad sexual. Eso, junto a la desinformación sobre estos temas tiende a resultar en prejuicios que pueden traducirse en prácticas inadecuadas, tratos discriminatorios y violatorios de los derechos fundamentales de personas LGBTI+.

Desde distintos espacios se apuesta a lograr una práctica afirmativa en varios ámbitos y prácticas que se vinculen con la atención y acompañamiento de personas LGBTI+. Como la evidencia científica lo ha demostrado, el apoyo y la aceptación tienen un efecto muy positivo en el bienestar de las personas LGBTI+. Por práctica afirmativa se entiende el desarrollo de una mirada y acercamiento empático y ético hacia las experiencias y procesos de socialización que inciden en la vida de personas LGBTI+, explica la psicóloga.

Los mecanismos de la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como los gremios de psicología y psiquiatría han denunciado a los ECCOSIG y planteado una posición firme contra ellos. Al mismo tiempo, muchas organizaciones de la sociedad civil también han exigido que se prohíban estas prácticas y se respete la diversidad y protección de los derechos humanos, afirmando en reiteradas ocasiones que las terapias de conversión deben ser erradicadas por completo.

El OVV LGBTIQ+ pone a la orden los canales de denuncia y servicios de atención psicolegal para atender cualquier hecho de violencia hacia la población LGBTIQ+, como su página web (nomasdiscriminacion.org), su correo (denuncia@nomasdiscriminacion.org), WhatsApp y Telegram (0424-2061493 y 0412-5750503) y redes sociales (@OVVLGBTIQ en Twitter y @nomasdiscriminación en Instagram).

Descarga los informes y boletines del OVV LGBTIQ+

Scroll to Top